No
recuerdo cómo empezamos, porque odio los inicios y el esfuerzo brutal que hago
para que su atención este solo para mí, SI recuerdo cómo era él conmigo. Era un
'Hola linda' adoraba que me dijera así, era el 'Buenos días' para cambiar mi
mal genio de las 6am, era el 'Medio día' más corto, era la 'Media tarde'
perfecta para interrumpir mi jornada de gimnasio, era ese ‘Buenas noches’
arruyador, era seco, era él y era yo, pero NO era mi novio, no era mi
kind of man, no era dulce, no era el que me iba a patrocinar mi delirios de
princesa rosada, no era azul, no era perfecto, no era para mí y yo no era para
él.
Nos
perseguíamos con llamadas no habituales y nunca nos dejamos arrastrar por la
rutina, me complacía en silencio, estaba lejos, pero lo que más feliz me hizo
fue su forma de apresurar y cortar la distancia.
En
mi enciclopedia de historias fantásticas (como la nuestra) está toda mi banco
de anhelos amorosos eso me hace sentirme
viva y respirar posibilidades cada vez que una de ellas tiene su fin. Y aquí
estaba nuestra historia y era el momento de vivirla.
Y
cuando te conocí a ti no pensé que iba a
quererte para algo más que esa amistades que se tienen cariño, un tanto de
confianza pero sobre todo deseo. Furtivo y apasionado, luego quise quererte solo para un par de
noches de risas y sexo desprevenido. Para mensajes superficiales, llamadas
banales y jugar a ver quién escribía o quién llamaba
o quién invitaba. Pero entre juego y juego, y después que todo esto pasó, ahí
estaba yo, desarmada e inevitablemente queriéndote.
Empecé a quererte y no tuve vuelta a tras, te quiero para incluirte en mis planes sin
cumplir, en mi mano para ir volando al lado tuyo, en mis sueños para hacerlos
realidad, en mi cocina para que me pases los ingredientes cuando intento
preparar algo, en mi cuarto para que
duermas conmigo, en mi corazón para
quererte más.
Te estoy queriendo noche y día, madrugada y amanecer, para saborearte
a besos y susurrarte al oído las palabras más dulces y sucias que has oído, te
quiero para levantarnos un domingo e ir a la ciclovía, para inventar sabores
de críspetas y ver películas juntos, te quiero para volver a Paris.
Te quiero sin control y sin decírtelo, te quiero sin haber
querido, te quiero sin ser mio y no me
duele, te quiero sin pensarte desde que nos abandonamos en Roma.
Porque aquí estoy.
Porque aquí estoy.
Queriéndote para mandarte a la mierda e irte a buscar. Para
soñar, bailar, amar y disfrutar.
Queriéndote para olerte y hacer que quieras hacer cosas
diferentes. Para ir de compras, para deslizarme en tu cuerpo, para vivirte
intensamente y para querer matarte otras veces.
Queriéndote porque en mi historia eres mío y en un pedazo de
tu corazón yo soy tuya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comentemos juntos