miércoles, 8 de julio de 2020

Maestria en el amor

Era el verano del 2016, cuando te acercaste a mi y si mucha introducción me pediste mi numero de celular. Tiempo después, cuando ya los besos tenia un sabor tan bonito, me empezaste a contar como me viste por primera vez. Yo estaba bajando las escaleras y tenia una falda de verano también recuerdas mi peinado y me dijo que venia con unos libros en la mano. Ahora mi amor, tu afecto y tu cariño son tan incomparables e incondicionales que no tengo como pagarte todo lo que haces por mi. Yo que de tantas aventuras, pasiones inexplicables, ciclos bien cerrados pensé que no tenia que hacer master en el amor, llegaste tu para darme la mejor lección de mi vida. Con todo lo que eres, pero sobre todo por tu corazón gigante y esos abrazos que pueden calmar cualquier tormenta, me haz dejado entender que el amor se puede aprender, gozar, vivir, sentir, llorar y sobre todo tolerar. Todavía, recuerdo que me dijiste que solo pensaste en pasar un tiempito conmigo, pero no se quien le abrió el corazón a quien, porque yo nunca pensé en este amor tan profundo. No pienso en quererte, solo puedo mirarte y mi corazón responde solito. Nos respondemos con los ojos, así mismo nos calmamos y nos apasionamos. Ten
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lunes, 11 de marzo de 2019

Me da ganas de todo.

Da ganas de todo al mirarte. Tienes esa capacidad en la boca de crearme una y otra vez, encender mis instintos y convertirlos en sensaciones insuperables, rivalizar mi pasion y mi control. Te atreviste a provocarme  un inicio impreciso, mas que el de cualquier otra extraña pareja, pero que emociona,  explora abismos y convence, entonces ¿qué tal nuestros días si ya textualmente no son inicios? Podría por algún desacierto equivocarme, pero  cada vez tienen más de eso, de ese sabor que no acaba, que parece un renacer  diario !es que me tiene libre nuestra mirada!, nuestros abrazos, nuestros besos, nuestros encuentros, nuestras distancias.  Usted me tiene como su experimento, como su más inusual encuentro, como su camino extraño, lo siento y me hace feliz. Cada vez que veo su cara cuando probamos nuestras emociones siento que en verdad ese momento está siendo mágico. Me gusta porque no nos cuesta, usted sabe amar mis locuras y yo sé hacerlas naturalmente a su lado, su patrón denominado no me molesta, eso es un cuento falso de quienes creen conocer todo de usted,  yo dejo someter mi moral bajos sus suspiros. Además para que sepa de una vez por todas, a mí no me interesa usted, me interesa ‘nosotros´ y ese pronombre lo hemos sabido conjugar. Esto cada vez me suena más hermoso, más rico, más sencillo, más así como esa mañana que no lo deje ir de mi lado y perdió su vuelo para regresar  a nuestro país.  Cuando quiero fantasear se me ocurre decirle a la gente que somos el preciso instante que todos quieren vivir ¡Que locura tan deliciosa tenernos!  Ser intensos y descuidados, comprendernos y contemplarnos, no puede ser en vano que nadie nos conociera en aquel país  y estar los dos sentados por ahí en cualquier espacio y que quisieran una foto de nosotros, era curioso ¿por qué nos pedian fotos?  Yo estaba segura que esta vez no era mi pelo o mí parecido cada vez más usual con Shakira, éramos tú y yo, lo que transmitíamos, lo que trato de escribir, lo que vivimos, respiramos y palpitamos. Para ese instante nuestros impulsos era más poderosos,  teníamos más ganas de hacer cositas ricas, levantarnos e ir a trotar, levantarnos y escuchar mi ritual musical y bailar y besarnos y  abrazarnos, mirarnos, pensar el desayuno, organizar nuestro camino del día, todo todo junticos, todo todo según tú a mi manera y todo todo según yo a nuestra manera. Y el medio día era mágico porque siempre estamos en algo nuevo para los dos, descubriendo una emoción que fotografiamos para nuestra memoria; metaforicamente estabamos experimentando la misma sensacion de niños, cuando se llegaba el momento de jugar con nuestros amigos ante la rutina perezosa del colegio. En esos instantes el viaje era nuestro placer, descubrir, emocionarnos con la ruta, encontrarnos, si, eso encontrarnos con cada paisaje entre tanta gente y tanta alegría, sonreiamos con besitos, a carcajadas asi como estas postales de dos enamorados mirandose y estatallando de felicidad. Sin juego y enrealidad. ¡y la divinura gloriosa! Cuando decidías exponerme minusiosamente el Norte, el Sur, el Este y el Oeste de la ciudad te veías hermoso y a mí se me viene bien declararte que amo cuando me explicas cositas, cualquier cosita, pero más si es rica. 
De pronto y entre esta galaxia de emociones se me ocurre quererte en la noche, en la cama y en el frío, entre piernas, sin explicaciones y solo con mucho amor, entre la sensualidad que emborracha deliciosamente nuestros sentidos.
No quiero que me falten los ovarios para vivir este instante de mi vida a tu lado. Sin fin, porque esta historia continuara….ahora eres mi hogar y afuera solo hay frio.
   Estimable y maldito,
Te todo
Besos 

miércoles, 9 de abril de 2014

Usted y yo somos un lugar común

Lo que me mata tiene nombre y apellido, además me coge la mano  como nadie  ¿Y lo quiero?  Pues bueno de a ratos, pero esos ratos son los más felices de mi vida, se me olvida hasta la existencia de los domingos, yo a usted me lo sé de memoria y lo repaso diariamente,  con mis ojos cerrados, con mi boca, con mis manos, con cada célula. 
No quiero curarme de ti en unos días, quiero fumarte, beberte, pensarte, imaginarte, cogerte, morderte, ponerme encima y luego debajo. Es posible, yo no sigo a la moral de turno. Yo receto mi tiempo, mi abstinencia, mi soledad. ¿Te parece bien que te quiera más de una, dos o tres veces? No será mucho, ni muy poco, será suficiente. Así, podemos reunir todas las palabras que se han pronunciado sobre la tierra para prenderles fuego, calentarnos con ganas quemadas, y también silencios, porque las mejores palabras, están entre dos personas que no se dicen nada. Debemos quemar también, otro lenguaje lateral y subversivo  (tú sabes cómo te digo que te quiero conmigo) cuando escribo:   “qué frío hace”, cuando entre estas paredes, al lado de la gente, de mi propia presencia, te he dicho  “no puedo dormir”, (tú sabes que decía, te quiero aquí conmigo). Una semana más para reunir todas las ganas de tiempo. Para dártelas. Para que hagas con ellas lo que tú quieras, guárdalas, acarícialas, tíralas por la basura. No sirven, es cierto.  Somos lo más común entre los comunes y el resto del mundo es extraño. Somos típicos y claros entre nosotros. Somos justo lo que queremos. Te necesito para una provocación rápida, cómplice y simple. Te quiero, pero no como definición textualmente amorosa, te quiero para mí y eso es muy diferente. No quiero momentos para entender las cosas, porque si esto ya es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón, gloriosamente puedo acampar por el restos de días ahí.

Esta historia es bonita porque no tiene mucho sentido, por eso es tan complejo escribirte, por eso negocio con la razón la idea de tenerte, de vivirte, porque uno escribe de lo que no entiende y del amor en cualquier nivel de existencia nadie tiene idea absoluta. 

domingo, 23 de febrero de 2014

Las temporadas

Las temporadas, algo propio de cierta época, no de manera permanente.  Así se vive el amor o ¿no?  La necesidad de que te abriguen el corazón en el invierno, la felicidad de mirar el cielo desde un campo florecido en una  primavera llena de colores,  las tristezas que arrastran las hojas de esos otoños, las ganas de desnudar el cuerpo y el alma por el calor de un verano. El amor no tiene nada de diferente a la naturaleza, a la simplicidad.
Yo necesito de muy pocas cosas para enamorarme  y pareciera que no, pero eso es algo que me sale por los poros y me florece en el alma. Me encanta enamorarme una y otra vez, variadito. Enamorarme profundamente  de todos y finalmente de ninguno. Es muy casual que ha este punto crea que estoy estudiando para poder merecer un buen marido y tener un hermosa familia, adoro esa idea. Estoy en un verano desnudo, pleno y soleado con historias llenas de amor y nada de sufrimientos verdaderos.
Volverme cursi, loca y ridícula es una de mis actuaciones favoritas y también volverme fuerte, indiferente y maldita, puede parecer esto último un atrevimiento, pero también es un sentimiento. 
Mi mejor amiga y yo somos de esas buenas, de esas malas, de esas sabrosas, ella más cursi que yo. Y todos sus amantes y los mios pasan por un perfecto examen de rayos x, pobres estúpidos mueren a punta de dardos, de acusaciones malditamente hermosas y divinamente sangrientas, un sinfín de llamadas por cada mirada en la que creemos encontrar el amor de nuestras vidas “amiga no sabes anoche lo encontré, es perfecto, besa divino, abraza hermoso” “amiga hoy lo vi, ya no es igual, pero sin duda me encanta” “me escribió, pero no le voy a responder, ese maldito tiene que entender que yo soy más maldita que él” “pobre estúpido cree que boto la baba por él” “ya lo olvide amiga, anoche Felipe me abrazo mejor”.  Y así intensamente varían las temporadas.
Nuestra última temporada ha sido a 180 grados de perfección, ella sólo me llama a decirme que ha tenido las noches más perfectas de siempre y es que nosotras amamos las noches y los buenos días, las tarde se hicieron para extrañar los cuerpos y planear las noches, pero a apropósito tengo días que no la escucho debe estar teniendo sexo sin control y respirando de una primavera llena de colores,  espero que no me llame por todos estos días sería una buena señal. La temporada anterior estuvo con un hombre de moda, perfectamente sexy, ese no podía faltar en su lista porque yo la aniquilaría es necesario y básico saber a qué saben esas cosotas ricas, me dijo que fue divino todo, pero que se acabó rápido, fue un invierno muy frío y que se abrigaron hasta que les llego el verano, al mismo tiempo yo estaba en el verano más intenso de mi vida con otro hombre perfecto, pero yo termine mejor que ella porque él y yo alcanzamos a vivir todas las estaciones en corto tiempo. 
Ella sabe que amo sus historias y ella ama las mías  siempre me dice que lo que a mi me pasa solo podría pasarme a mi y yo le creo ciegamente. Que pereza esa temporada en la que planeamos que en la próxima,  el que llegara iba a ser el papá de nuestros hijos, fue demasiado aburrida, citas en la casa, nuestros padres, familiares, vecinos y ni hablar de las urracas enemigas del pueblo especulado si eran feos o bonitos, si nos eran fieles o nos cachoneaba cada fin de semana en una fiesta sin nosotras,  si su ex era más lindas o nosotras éramos menos lindas  ¿cierto amiga?; por eso digo que no hay arma más peligrosa que saber de hombres, porque lo que esas no sabes es que ya para todo eso nosotros teníamos una next o plan b,c,d si eso llegaba a pasar.
Ahora mi mejor amiga y yo sabemos un poco más que antes, por culpa de los mejores y peores amores, después de unas cuantas temporadas de invierno, primavera, veranos y otoños.  Disfrutamos viendo  la foto de la nueva novia que pronto será la misma y pobre ex que nosotras somos ahora, adoramos salir a tomar martinis cuando estamos solteras y ese momento cuando se nos acercan un par de chicos y nos dicen “que hacen dos mujeres tan divinas solas” nos miramos y brindamos con los ojos dicendo “cheers, lo logramos”, ni hablar de ese plan cuando salimos a buscar como locas desesperadas  la pinta de un viernes para parecer frescas y como si no hubiéramos planeado nada para reencontrarnos con el ex amor, pero finalemente no pasa de ese encuentro fresco y cotidiando y lo mejor de todo:  soñamos con ese momento cuando el cura diga “puede besar a la novia” ósea cuando nos vayamos a casar con el amor de nuestras vidas y seamos eternamente felices , porque justo para eso hemos estado estudiando todas estas temporadas.


We are waiting and enjoying the love in the air.  ¡Just it! 

lunes, 3 de febrero de 2014

La carta de un enamorado.






Medellin, algún mes del 2010

Mi Macorina:

Intentando encontrarte en incontables renglones, entre tantas palabras perdidas en la inmensidad del mar, del corazón y del alma de este osado cobarde, que hoy de nuevo se atrevió a ofender la literatura y a la poesía con palabras que brotan de su corazón alucinando. Lo único que he hallado son innumerables paginas de sentimientos, sensaciones y momentos, sin orden, sin métrica ni rima que están atravesados y unidos por la fuerte delicadeza de un hilo, de cabellos de oro, de cejas de carbón, cuerpo de diosa y de corazón de niña (tú).

Escudando lo impredecible y disimil de mis pensamientos en lineas anteriores y evocando el universo de bellas ideas que se acuartelaron en mi mente y tomaron de rehén a mi corazón, me dispongo a detallar tu ser desde mi ojos y con mis latidos. Tarea difícil a la que me encamino, tratar de encontrar las palabras exactas para definir tu cuerpo, esa cascara divina, musa inspiradora, de pintores, cantantes y compositores; Venus de Botticelli, adornado con cabellos de oro que te llevan de ser una fiera salvaje hasta dama elegante, resaltando tus cejas de carbón que enmarcan uno diáfanos y penetrantes ojos, sin perder la armonía ni la belleza, sigue tu boca, de labios finos y dulces que piden a gritos besos, pero no de los besos simples y secos de la hipocresía y el desamor, sino de los besos cargados, dulces y dicientes de un apasionado y arriesgado soñador, deslizándome por el camino de tu cuerpo llego al valle de tu pecho y a lado y lado del río que traza mi intrépida boca al pasar, encuentro un par de pequeñas montañas que se yerguen con sus cimas imponentes, a la espera de ser conquistadas por un un beso sin fin, abandono el río de mis ansias y tomo un camino beso a beso, sin dirección, pero sin regreso por la llanura de tu vientre, que corre paralelo a la sutileza de tu espalda, tan sensible y apasionada que solo con un aliento y sin necesidad de un beso puede causar el mas caliente de los escalofríos, y así sigo en mi andar, mordiendo un poco de ti, pero dejando cada vez mas de mi. Y sin darme cuenta he llegado al oasis de tu ombligo que considero es la más digna copa, aun para el mas fino y caro de los vinos.

Después de beber y saciarme en tu ombligo caigo a tus caderas, talladas con esfuerzo, biología y naturaleza  y son la cúspide de los pilares de tus piernas que forman tu propio arco del triunfo, por donde pocos han tenido el placer de pasar, teniendo la sensación entre la fascinación de la realidad y la perfección del soñar. No podía terminar mi dulce camino sin mencionar a eso único e inamovible lunar que adorna y cuida cual guardián, el tesoro de tu cuerpo y quien solo sucumbe ante los labios de un amante discreto que se atreva a perderte el respeto.

Concluí sin haber comenzado, que es tu cuerpo escultura perfecta, obra maestra de la literatura universal, escrita en braille, que solo puede ser admirada y recordada apropiadamente, dejando atras los sentidos y poniendo el alma y el corazón en las manos.

                                                        Tu encanto!!!
                                                                      ________________________________
                                                                                               su firma








domingo, 12 de enero de 2014

Querendona

No recuerdo cómo empezamos, porque odio los inicios y el esfuerzo brutal que hago para que su atención este solo para mí, SI recuerdo cómo era él conmigo. Era un 'Hola linda' adoraba que me dijera así, era el 'Buenos días' para cambiar mi mal genio de las 6am, era el 'Medio día' más corto, era la 'Media tarde' perfecta para interrumpir mi jornada de gimnasio, era ese ‘Buenas noches’ arruyador, era seco, era él y era yo,  pero NO era mi novio, no era mi kind of man, no era dulce, no era el que me iba a patrocinar mi delirios de princesa rosada, no era azul, no era perfecto, no era para mí y yo no era para él.

Nos perseguíamos con llamadas no habituales y nunca nos dejamos arrastrar por la rutina, me complacía en silencio, estaba lejos, pero lo que más feliz me hizo fue su forma de apresurar y cortar la distancia.

En mi enciclopedia de historias fantásticas (como la nuestra) está toda mi banco de anhelos amorosos  eso me hace sentirme viva y respirar posibilidades cada vez que una de ellas tiene su fin. Y aquí estaba nuestra historia y era el momento de vivirla.

Y cuando te conocí a ti no pensé que iba a quererte para algo más que esa amistades que se tienen cariño, un tanto de confianza pero sobre todo deseo. Furtivo y apasionado,  luego quise quererte solo para un par de noches de risas y sexo desprevenido. Para mensajes superficiales, llamadas banales y jugar a ver quién escribía o quién llamaba o quién invitaba. Pero entre juego y juego, y después que todo esto pasó, ahí estaba yo, desarmada e inevitablemente queriéndote.

Empecé a quererte y no tuve vuelta a tras,  te quiero para incluirte en mis planes sin cumplir, en mi mano para ir volando al lado tuyo, en mis sueños para hacerlos realidad, en mi cocina para que me pases los ingredientes cuando intento preparar algo,  en mi cuarto para que duermas conmigo,  en mi corazón para quererte más.

Te estoy queriendo noche y día, madrugada y amanecer, para saborearte a besos y susurrarte al oído las palabras más dulces y sucias que has oído, te quiero para levantarnos un domingo e ir a la ciclovía, para inventar sabores de críspetas y ver películas juntos, te quiero para volver a Paris.

Te quiero sin control y sin decírtelo, te quiero sin haber querido, te quiero sin ser mio y no me duele, te quiero sin pensarte desde que nos abandonamos en Roma. 

Porque aquí estoy.

Queriéndote para mandarte a la mierda e irte a buscar. Para soñar, bailar, amar y disfrutar.
Queriéndote para olerte y hacer que quieras hacer cosas diferentes. Para ir de compras, para deslizarme en tu cuerpo, para vivirte intensamente y para querer matarte otras veces.

Queriéndote porque en mi historia eres mío y en un pedazo de tu corazón yo soy tuya.







Maestria en el amor

Era el verano del 2016, cuando te acercaste a mi y si mucha introducción me pediste mi numero de celular. Tiempo después, cuando ya los beso...